“La inmigración es el corazón de nuestra Iglesia en Marruecos”

 

El Papa Francisco visitará Marruecos el 30 y el 31 de marzo. Será recibido además de por las autoridades locales, por la pequeña comunidad cristiana marroquí repartida entre dos diócesis, la de Rabat y de Tánger. Ambas están trabajando para dar la mejor acogida al Papa. Obras Misionales Pontificias ha entrevistado al vicario general de la diócesis de Tánger, el padre Simeón Czeslaw Stachera, que es también el director nacional de OMP en Marruecos.

En una visita realizada a Madrid el pasado mes de enero, el padre Stachera expresó su deseo de que esta visita del Santo Padre pueda dar un gran impulso al tema de las migraciones y la libertad religiosa en Marruecos, pero también en todo el mundo.

Este franciscano cuenta cómo se está preparando la visita y lo importante que ha sido para los franciscanos el lema de la visita del Papa: Servidor de la esperanza. “Es muy especial, ocho siglos después del encuentro que tuvo san Francisco con el sultán en Egipto, durante la quinta cruzada en 1219. Los franciscanos estamos contentos, somos un rebaño pequeño en Marruecos, 18 hermanos, con 6 presencias en las dos diócesis y nos damos por entero para que esta visita también nos ayude a descubrir nuestro carisma en el corazón del Islam, como lo quiso siempre Francisco de Asís”.

En Tánger hay 6 parroquias, 18 congregaciones femeninas religiosas, 78 hermanas; de parte de los religiosos, 15 sacerdotes, mayoritariamente franciscanos. “Estamos con cierta herencia del protectorado español”, cuenta el padre Stachera, “la lengua de nuestro encuentro es el español, pero casi todos hablamos francés y muchos dominan el árabe. Nuestro trabajo es la caridad con el mundo musulmán. Es un lenguaje del encuentro, Evangelio del amor de Jesús hacia el más pobre, pero también hacia el diferente”. Explica que se recuerda mucho la visita de Juan Pablo II hace 33 años y su discurso en el estadio de Casablanca, que ha sido muy importante para el diálogo interreligioso: “Se vuelve mucho a aquel momento histórico y el Papa Francisco podrá, desde Marruecos, dar una luz, un paso grande para romper ciertos miedos, tanto en la Iglesia Católica como en el mundo musulmán. El Santo Padre tiene un carisma de entrar en el corazón del otro”.

Un tema importante son los inmigrantes que llegan a Marruecos o lo cruzan con destino a Europa: “La inmigración es el corazón de nuestra Iglesia en Marruecos. Estamos metidos en la masa del problema y en la Iglesia siempre decimos que el hombre es el corazón de la Iglesia, la persona es el corazón de la Iglesia”. Actualmente se habla de entre treinta y cincuenta mil personas que están en movimiento por Marruecos. “En general”, dice el franciscano, “entran por la frontera argelina y atraviesan Marruecos, que geográficamente es la parte más cercana a España, a Europa. Nosotros abrimos nuestras puertas, se abrió oficialmente en todas las iglesias la acogida y todos los migrantes saben que en la iglesia encontrarán acogida, la palabra que les calienta para su dignidad humana”. Esta inmigración ha cambiado a la Iglesia: “La catedral de Tánger el domingo está lleno de Naciones Unidas porque son casi todos los países de África, han creado su coro y prácticamente hemos tenido que cambiar la lengua de la celebración, ya no es español, es francés, es inglés… es algo que nos da la vida en todas las parroquias, Tetuán, Tánger, Asilah, Nador, Al Hoceima…”.