Padre nuestro,
Tu Hijo Unigénito Jesucristo
resucitado de entre los muertos
encomendó a sus discípulos el mandato de
“id y haced discípulos a todas las gentes”
Tú nos recuerdas que a través de nuestro bautismo
somos partícipes de la misión de la Iglesia
Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la gracia
de ser testigos del Evangelio,
valientes y tenaces,
para que la misión encomendada a la Iglesia,
que aún está lejos de ser completada,
pueda encontrar manifestaciones nuevas y eficaces
que traigan vida y luz al mundo.
Ayúdanos a hacer que todos los pueblos
puedan experimentar el amor salvífico
y la misericordia de Jesucristo,
Él que es Dios y vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén